En los procesos de crecimiento, las empresas necesitan organizarse para poder crecer sin tensión y acceder a los recursos que están a su disposición en el mercado. Nuestra experiencia es que para tener éxito, necesitan planificar y después ejecutar con toda la intensidad que permiten sus recursos el crecimiento de su empresa.

Visto esto, la clave para ayudar a las empresas, es aplicar un servicio que permita planificar, ejecutar y medir los resultados de las acciones que realiza una empresa para llevar a cabo el proceso de crecimiento.

Analicemos los diferentes hitos que se describen en este artículo.

Planificación – Plan de negocio

El papel lo aguanta todo, pero …¿Somos capaces de hacer algo que se aguante en un papel? ¿Somos capaces de definir un proyecto en papel de forma coherente?. Elaborar un Plan de Negocio, no es elaborar una fantasía, un Plan de Negocio debe ser creíble y adaptado a la realidad de la empresa, un Plan de Negocio debe servir como guía en su proceso de crecimiento.

Los objetivos del Plan de Negocio deberían ser:

Para que este plan pueda llevarse a cabo, deben plantearse diferentes acciones de control y gestión de la empresa que se podrían reflejar en reuniones con carácter, financiero, comercial o gerencial, donde se midiesen los resultados y se propusiesen las acciones concretas en función de los hitos conseguidos.

Se podría establecer este tipo de herramientas de control y gestión como reuniones de comité de dirección.

Gestión – Comité de dirección

Los objetivos del Comité de Dirección podrían ser:

• Transferir el Plan de Negocio a la práctica
• Impulsar el proceso de toma de decisiones
• Dotar de ritmo a la empresa en cuanto al cumplimiento de los objetivos marcados

Es estas reuniones, se establecen acciones comerciales, se analizan los estados financieros, el report, la hoja de tesorería, se realizan las previsiones y el control de la estrategia. Las empresas se rigen por el cumplimiento de sus objetivos y de esta forma se controla que se lleve a cabo.

Con todo esto se busca que la empresa no solo tenga una guía para acometer sus objetivos, sino también hacerlo con cautela, control y con un ritmo comercial adecuado para su evolución y presupuesto.