Aviso a inversores: así está la deuda privada en España
Uno de los indicadores más fieles de la marcha de una economía como la española es el nivel de endeudamiento de su sector privado (empresas y hogares), dado que es el principal impulsor del Producto Interior Bruto (PIB), ya sea en forma de inversión o de consumo. Las Administraciones Públicas son también muy importantes pero, como todos sabemos, su apalancamiento ha alcanzado máximos históricos, en el entorno del 100% del PIB.
En los momentos más acuciantes de la crisis española se habló mucho del deterioro de sus finanzas públicas, pero la clave para entender la coyuntura estaba (y siempre estuvo) en el sector privado. ¿Cuáles eran sus ratios de deuda? ¿Cómo están ahora?
El sentido común nos dice que nadie, en su economía doméstica, se atreve a invertir capital si antes no tiene una posición financiera cómoda. Algo similar ocurrió a las empresas y familias españolas hace relativamente poco tiempo, pero esta situación ha cambiado de forma considerable en los últimos ejercicios, lo cual supone un mayor atractivo tanto para la inversión extranjera directa en España como la inversión de España en el exterior.
En el tercer trimestre de 2015, último dato disponible según la información facilitada por el Banco de España, la deuda bruta exterior de España era de 1,8 billones de euros, mientras que su deuda neta era de 1,01 billones (descontado el valor de los activos). Esta cifra supone el 94,2% del PIB. Algunos se preguntarán si este dato es bueno o malo. Si lo comparamos con el ratio de la Unión Europea (7,4% del PIB) es, sin duda, mejorable, pero en el último año se ha reducido en más de 4 puntos porcentuales, lo cual es una tendencia positiva.
Significativo avance en el ratio préstamos/depósitos
Pero, con todo, estos datos no son suficientes para indicar cuál es la situación del apalancamiento privado en España en estos momentos. Para ello, conviene tomar como referencia otras variables. Y una de las más interesantes es el ratio préstamos/depósitos de la economía que, al finalizar 2015, se situaba en el 126,9%, es decir, que el volumen de deuda es una cuarta parte superior al de los depósitos. En este punto, la diferencia con Europa es mucho más estrecha, donde este indicador es del 110,9%. Por su parte, las dos mayores potencias del continente, Alemania y Francia, registran un 100,9% y 115,4%, respectivamente.
Los datos indican que en España aún tiene que ganar más peso el volumen de depósitos o reducirse el de créditos, aunque esto último no parece que vaya a convertirse en una tendencia dado el nivel de recuperación y expansión económica.
Lo que sí es una realidad muy positiva es el gran ajuste experimentado por el endeudamiento del sector privado desde su punto máximo a principios de 2008, cuando el ratio préstamos/depósitos alcanzó el 205,4%. Esto supone un ajuste de casi 80 puntos porcentuales en ocho años, unos 10 puntos por año. Es, sin duda, el avance más significativo en comparación con el de la Unión Europea y las dos locomotoras Alemania y Francia. Esto indica que España demuestra, una vez más, una capacidad de recuperación espectacular, que sin duda ya ha vuelto a despertar el interés de muchos inversores. Sin embargo, en otro artículo analizaremos más en detalle el comportamiento de la inversión directa extranjera en España y viceversa.