Las grandes tecnológicas: ¿los bancos del futuro?
“No necesitamos bancos, pero sí a la banca”. De esta forma tan aparentemente contradictoria se expresó en su día el cofundador de Microsoft, Bill Gates, el hombre más rico del mundo. Esta frase tan temeraria puede estar cada vez más cerca de cumplirse. Y si no, que se lo digan a la agencia de calificación Moody’s, que en uno de sus últimos informes de su servicio a inversores aportó unos datos muy reveladores de hacia dónde camina el sector empresarial.
Según las estimaciones desveladas por Moody’s, el 46% de la tesorería de las compañías no financieras estadounidenses (de un total 1,6 billones) está en manos de compañías tecnológicas, lideradas por Apple (216.000 millones), Microsoft (103.000) y Google (73.000), entre otras. Para que nos hagamos una idea de lo que estas cifras suponen, todas estas empresas juntas podrían comprar de un plumazo la mitad de la economía española. Y seguramente sin sufrir ningún apuro, ya que el ritmo de generación de caja de muchas de ellas parece no tener límites.
La adquisición de la red social LinkedIn por parte de Microsoft se cerró por una suma superior a los 23.000 millones de dólares y ha reabierto el debate sobre el protagonismo que las tecnológicas tienen y van a seguir teniendo, cada vez con más influencia, en el panorama corporativo mundial, dado que no cuentan con rivales en Estados Unidos y el resto del globo.
A la vista de estos datos, la profecía de Gates parece un poco más cerca. Los recursos de tesorería que estos gigantes guardan en su caja fuerte no tienen nada que envidiar a grandes entidades bancarias, por lo que su papel en procesos de financiación, especialmente de empresas en expansión, será muy determinante.
Empresas del futuro
Sus recursos también les permiten jugar con ventaja en un entorno tan darwiniano como el que estamos viviendo actualmente, caracterizado por cambios constantes y una mayor incertidumbre en lo que a los modelos de negocio se refiere. Seguramente peces espada de Silicon Valley, Seattle o California en general están en mejor disposición de marcar las directrices de las empresas del futuro. Son más creativas, lo cual enlaza con la importancia que Albert Einstein concedía a la imaginación por encima del conocimiento. Pero, llegado el momento en el que no sean capaces de lograr innovaciones disruptivas, tienen un plan B: enormes recursos económicos para hacerse con esas tecnologías a golpe de talonario.
Relacionado con todo esto, Inusual, una empresa española innovadora dedicada al insourcing de servicios ágiles de innovación y creatividad organizacional, publicó un artículo en el que hablaba precisamente de cómo sería la empresa del futuro. Los datos del informe de Moody’s apuntan a algunas de las claves destacadas por Inusual, dado que el entorno cambiante que vivimos exige compañías en continua evolución, que ya no se mide por generaciones, sino año a año y, a medio plazo, esas disrupciones probablemente ocurrirán mes a mes. Esto es algo sobre lo que también incidía Gurusblog hace apenas unos días. Los tiempos en los negocios se están acelerando y son las compañías tecnológicas las que van ganando la partida.