¿Sabes cómo puede ayudar el corporate finance a tu empresa?
Lo sabemos. La expresión corporate finance suena a algo muy técnico y que parece estar al alcance solo de grandes compañías. Pero no es así. Todas las empresas, grandes o pequeñas, tienen sus propias finanzas y ya solo por ese motivo puede interesarte este artículo.
En primer lugar, te preguntarás qué es eso de corporate finance. De una manera resumida, se trata de un servicio destinado a lograr o reestructurar la financiación de una empresa, así como las medidas orientadas a captar recursos para capitalizarla. Sobre todo, el corporate finance está pensado para proyectos que no suelen ser asumidos por la banca tradicional.
España es un país muy bancarizado, pero el crecimiento de fuentes alternativas está siendo muy importante en los últimos años, una noticia que nos acercaría a países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Este es un hecho positivo para el tejido productivo español, ya que la inmensa mayoría de las empresas son pequeñas y medianas que, para competir en mejores condiciones con el resto del mundo, necesitarán ganar tamaño e internacionalizar su actividad.
Es precisamente en ese momento donde entra el corporate finance, que permite optimizar la relación con las entidades financieras convencionales o proporcionar a las empresas nuevas vías de financiación para sus proyectos de expansión. Entre los nuevos proveedores financieros destacan:
Fondos de inversión
Family offices
Capital riesgo
Muchas pymes, grandes empresas y, últimamente, startups, están accediendo a este tipo de proveedores con buenos resultados. Y es que el sistema financiero español ha pasado por momentos complicados desde que estalló la crisis en 2008, por lo que la necesidad buscó nuevos caminos. Se trata, ante todo, de trasvasar el dinero de quien lo tiene a quien le puede dar un uso productivo y así multiplicar la rentabilidad que los bancos y los mercados bursátiles no ofrecen en la actualidad.
Ahora bien, ¿en qué tipo de operaciones puede ser útil el corporate finance? Fundamentalmente en cuatro tipos.
Financiación de proyectos de inversión y activos. Existe una gran variedad de iniciativas que se pueden incluir dentro de este apartado, como son la compra de concesiones, adquisición o construcción de inmuebles, financiación de un proyecto de construcción, creación de una nueva unidad de negocio, expansión nacional o internacional y un largo etcétera. Normalmente pueden ser financiados a través de la búsqueda de entrada en capital (equity) de un socio inversor, financiación corporativa externa y la obtención de liquidez mediante los propios activos de la compañía.
Compra y venta de empresas. Son momentos muy delicados, especialmente a la hora de fijar valoraciones, preparar los estados financieros para su revisión, llegar a acuerdos y defenderlos durante las famosas due diligence. Debido a su complejidad y a todos los factores que entran en juego (financieros, jurídicos, mercantiles), se hace inevitable la intervención de diferentes expertos. Y hay que tener en cuenta que para muchos procesos de compra o venta de empresas es necesario solicitar financiación.
Financiación circulante. Descuento de efectos, de facturas, anticipo de contratos, pólizas de crédito, financiación a proveedores…son productos para los que muchas empresas necesitan acudir a recursos externos. La banca convencional sí aporta soluciones en este sentido, pero en ocasiones se ve muy limitada cuando se trata de proyectos internacionales o las empresas ya tienen agotados sus límites de riesgo. Llegados a este punto, la financiación a través de operadores alternativos supone una mayor flexibilidad.
Reestructuración financiera. La época que nos ha tocado vivir es muy compleja y cambiante, en la que hay que aprender y desaprender constantemente para que la empresa se adapte al entorno. Es una situación que afecta a todo tipo de compañías y que las obliga a adaptar u optimizar su financiación a su nuevo estado o plan de negocio. Este tipo de operaciones pueden contar con el respaldo de bancos, business angels, fondos de inversión, family offices y brokers financieros.